La comarca de Pinares siempre ha sido un referente en nuestra provincia en lo que se refiere a la actividad económica y al desarrollo industrial, con densidades de población y tasas de actividad muy por encima del medio rural soriano. Sin embargo, como era de suponer la crisis económica está incidiendo en mayor grado en la zona, en sectores de actividad básicos como la madera y el mueble.
En este escenario, el punto más dramático viene de la mano de la incertidumbre en Puertas Normas, que nos recuerda mucho a la crisis que se está padeciendo en otras comarcas por la crisis de la minería. Van transcurriendo las semanas y las noticias que nos llegan son cada vez más confusas y con pocos síntomas de optimismo. Asistimos diariamente a los continuos enfrentamientos entre las empresas que optan a continuar con la actividad, en definitiva, no se ve a corto plazo una salida positiva para los más de seiscientos trabajadores de la empresa.
En esta tesitura, creo que no se puede esperar un minuto más para buscar alternativas de empleo y desarrollo para los vecinos de este territorio, que sin duda tienen que estar orientados al sector turístico. El territorio comarcal, delimitado en sus vértices por tres de los puntos de atracción turística estrella de nuestra región, como son el Cañón del Río Lobos, La Laguna Negra y Numancia, tienen que convertirse de una vez por todas en motor de desarrollo. Se ha invertido en la comarca por parte de la iniciativa privada y pública en estos últimos quince años de manera muy importante, por lo que es hora de articular las estrategias necesarias para convertir este territorio en referente del turismo natural y cultural de Castilla y León; ya no sirven excusas y acomodos pasados, donde la situación económica permitía ciertos relajamientos, si queremos un futuro para esta comarca y para la provincia, tiene y debe de estar ligado al sector turístico, pero tenemos que hacernos oír en Valladolid y en Madrid, todos de la mano, empresarios, ayuntamientos y vecinos.