Comenzamos el mes de septiembre con los primeros balances de la actividad turística en los meses de verano, que objetivamente no son nada favorables para ayudarnos a salir de la crisis económica. Si tomamos como referencia el Parador de Turismo de Soria, se constata un descenso del 15% en la ocupación en relación al año pasado, en el resto de los alojamientos de turismo de nuestra provincia los descensos superan en la mayoría de los casos el 20%. Sin duda estas cifras se han visto amortiguadas por un repunte de turistas extranjeros en nuestra provincia que han paliado en cierta manera la carencia de turistas nacionales.
El descenso en el número de turistas, viene ligado a un menor número de pernoctaciones y a un menor gasto medio por persona, sin duda motivado por la compleja situación económica que tienen que sufrir en estos momentos las familias españolas. Sin duda, los restaurantes de nuestra provincia han experimentado claramente esta situación, con unos descensos superiores al 30% en la facturación de sus negocios. Si hacemos referencia al turismo rural de nuestra provincia, la pérdida en pernoctaciones ha sido muy acusada, en especial en los meses de junio y julio.
Sin embargo, no todo ha sido negativo para el sector este verano, las empresas responsables de gestionar los campings de la provincia han visto incrementar su ocupación por encima del 25%, después de haber sufrido más de una década de crisis motivada por los dramáticos hechos sucedidos en el Pirineo Aragonés.
Por todo ello, uno de los objetivos principales que tanto administraciones como empresarios han perseguido estos últimos años, centrado en conseguir un turismo de calidad para nuestra provincia, se ha visto truncado de forma radical por la recesión en que nos encontramos inmersos, que incita a minorar los presupuestos al salir de vacaciones y a crear una mayor incertidumbre en el empresariado del sector. Sin duda, el incremento en un 17% de las visitas a familiares y amigos corrobora todo lo anteriormente dicho.
En resumen, el periodo otoñal no se nos presenta con mejores expectativas, si tenemos en cuenta en primer lugar, la subida del IVA a partir del 1 de septiembre y en segundo lugar, que las condiciones climatológicas no auguran en ningún caso una buena campaña micológica en nuestra provincia.