Hablamos continuamente de la importancia de nuestros recursos naturales, patrimoniales, culturales e históricos y de la necesidad de su puesta en valor. Se han ido desarrollando proyectos en estas últimas décadas en nuestra provincia pilotados en la mayoría de los casos por los grupos de acción local, que han ido en esta línea, así surgió el proyecto MYAS, que pretendía principalmente poner en valor un recurso hasta la fecha olvidado cómo era el micológico. De la mano nuevamente de los grupos de desarrollo se fijaron los cimientos mediante un plan director del Románico en el sur de la provincia de Soria, que se convertiría posteriormente en “Soria Románica”, un proyecto ambicioso y prometedor, pilotado por la administración regional y coordinado por la Fundación Duques de Soria, que tenía como objetivo prioritario la puesta en valor del románico en nuestra provincia. En ambos casos, proyectos singulares, innovadores y apoyados por una importante financiación pública no han sabido culminar su objetivo principal, su puesta en valor, que básicamente tiene que consistir en contribuir al desarrollo local, generando riqueza y empleo.
Con esta filosofía, se diseña a principios del 2013, un proyecto basado en el diseño de un producto cultural y turístico del románico porticado en las provincias de Soria y Guadalajara, con el objetivo esencial de impulsar una iniciativa de desarrollo cultural en el ámbito del turismo, promocionando el románico porticado en un ámbito territorial rural y deprimido, en el que, la singularidad de estos recursos del patrimonio cultural declarados Patrimonio Histórico, sin duda, pueden ayudar a impulsar el desarrollo económico de estos territorios. Confiemos que en este proyecto apoyado por el Ministerio de Cultura, cuente con la participación de las administraciones regiones, provinciales y locales afectadas, pero sobre todo, el éxito del proyecto vendrá del interés y participación de los agentes sociales y económicos de los territorios, en especial tenemos que ser capaces de diseñar estrategias adecuadas para la promoción y comercialización del mayor número de productos turísticos, coordinando y colaborando el sector público y el sector privado; entonces podremos hablar de una verdadera puesta en valor de nuestros recursos.