Hace exactamente veinte años nacía una iniciativa promovida por el entonces Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente denomina Vías Verdes, si bien, será en el año 1995 cuando un convenio de colaboración pondría encima de la mesa todas las infraestructuras fuera de servicio para convertirlas en Vías Verdes, con un apoyo económico importante todos los años por parte del Ministerio.
No podemos olvidar que ese mismo año de 1995, por acuerdo de Consejo de Ministros, se aprueba entre otras, el cierre de la línea Valladolid-Ariza, que acababa de desarticular nuestra provincia, si es que alguna vez había tenido una mínima estructura de comunicaciones tanto por carreteras como por ferrocarril.
En aquellos momentos el malestar y la indignación de la población soriana tenía similares características a la que podemos mostrar en la actualidad con la paralización de las autovías o la falta de inversión en nuestra única línea férrea que nos comunica con el mundo desarrollado, si bien, era preciso calmar los ánimos mediante el diseño de estas vías verdes que nos iban a hacer olvidar rápidamente nuestros trenes y nos traerían turistas deseosos de pasear en bicicleta por esos caminos de tierra que habían dejado atrás las traviesas de madera y los caminos de hierro.
Han proliferado por comarcas y regiones estás Vías Verdes, alcanzando en la actualidad más de 2.000 Kms., siendo necesario en la mayoría de los casos el levantamiento de las vías y las traviesas para acondicionar un camino para el disfrute del senderista o el cicloturista de turno. Si bien, es preciso señalar que en nuestra provincia hasta la fecha hemos conseguido mantener ese patrimonio ferroviario en desuso en el lugar para el que fue diseñado, formando parte de nuestro patrimonio industrial, que es preciso mantener, recuperar y poner en valor.
Nos sorprendió en vísperas de las pasadas elecciones municipales, el apoyo unánime de los ayuntamientos sorianos afectados por la Santander-Mediterráneo, para la puesta en marcha de un proyecto de Vía Verde en nuestra provincia, que como es lógico llevaría de la mano como requisito innegociable el levantamiento del tramo de vía correspondiente, pues bien, han pasado casi dos años y nos encontramos en la actualidad con el desmantelamiento de la línea férrea y la proliferación de mociones en los ayuntamientos afectados oponiéndose a un hecho ya consumado..